[...]Los experimentadores habían cegado gatos, extirpando sus ojos. En una de las fotografías recibidas en el mes de noviembre de 1985 se ve un gato sin ojos. Desde sus órbitas privadas del globo ocular salen dos tiras de tela del interior de la cabeza, replegadas sobre el exterior de la misma. El casquete ha sido quitado, se ve la masa cerebral agujereada por un par de sondas, cuatro grandes tornillos de unos 6 o 7 cm de longitud y un espesor que podría llegar a 8 o 9 mm están implantados en los huesos del craneo, dos a la izquierda y dos a la derecha. Los tornillos acaban con una gruesa tuerca[...]
-Un párrafo